Con el fin de mejorar la autonomía en sus actividades cotidianas, y en consecuencia una clara mejora en la calidad de vida, los “grupos de habilidades sociales” son actividades que potencian notablemente esta autonomía.
A partir de diversas actividades en grupo centradas en la comunicación y el lenguaje, la puesta en práctica de conversaciones, juegos, y otras tareas, fomentan la comprensión poniendo en práctica dichas tareas: iniciar, mantener o acabar una conversación; unirse a un juego, trabajar las esperas, elección y turnos; manejar dinero, tomar decisiones o elecciones sobre las apetencias; en definitiva saber convivir con amigos y familiares, y conocer la mejor forma de integrarse en un grupo, o mejorar la participación en actividades cotidianas de nuestro tiempo libre.
Este tipo de actividades se desarrollan o bien en terapias, o bien en salidas a contextos naturales como ir al cine o a la bolera; o hacer un favor en casa como bajar a por el pan o ir a hacer un recado.
Los talleres se realizan en grupo o de manera individual, y se adaptan a las distintas edades o necesidades del niño o del grupo. Para ello establecemos distintas metodologías:
– Con los más pequeños: las actividades se centran en el desarrollo del juego (simbólico y funcional).entender y respetar las normas y turnos, les permitirá aprender a jugar solo o con amigos.
– Camino a la adolescencia: durante estas edades necesitamos ir adquiriendo autonomía y ganar fluidez en las relaciones sociales. Hacer amigos, solucionar conflictos y desenvolverse en situaciones cotidianas como el manejo del dinero o saber organizaros bien nuestras obligaciones, serán el foco central de nuestras actividades.
– Nos volvemos adultos: la vida social y laboral son los ejes fundamentales de esta etapa donde necesitamos establecer y mantener relaciones de distinta índole, así como adquirir soltura y autonomía en nuestras actividades.